Muy pocos grupos (por no decir, uno) han sido capaces de tener una carrera impecable, en la cual todos los discos sean dignos de escuchar, hayan supuesto una novedad o conserven la fuerza y el bien hacer de los primeros. Es un hecho muy normal que, al hablar de carreras "largas" (en mi opinión de 5 discos en adelante) a partir del cuarto, el tercero o incluso el segundo, el grupo empiecea hacer cosas que nada tienen que ver con lo que hacía en un comienzo o que no alcanzan la calidad de sus anteriores trabajos.
Hay muchos casos claros de este fenómeno, pero voy a centrarme en dos que, para mí, son de lo más representativo: The Clash y Pixies.
The Clash comenzaron su carrera junto a muchos otros grupos de la oleada punk de finales de los 70 (Sex Pistols, Damned...) con un primer álbum titulado The Clash, de punk británico puro y duro, del que destaca su primer gran éxito: White Riot . Después de este debut lanzaron "Give'em Enough Rope", un segundo disco con el que The Clash perdieron parte de su fuerza y su frescura (en parte debido a a producción del mismo, mucho más a la americana). Aún así, podemos encontrar perlas como Safe Uropean Home o Stay Free .

Y, desde entonces, todo cuesta abajo. Después de esta genial obra de arte sacaron "Sandinista!" (3 vinilos con canciones inaguantables, experimentos raros, intentos de música dub, trozos de programas de radio....) del que yo solo salvaría Somebody Got Murdered y The Magnificent Seven (de la que se dice que es la primera canción de rap grabada por un blanco). A este le siguió "Combat rock", de la que salieron dos de sus mayores éxitos de los 80: Rock The Casbah y Should I Stay Or Should I Go, pero que, ni de lejos se acercan a sus anteriores trabajos.

Terminaron de la forma más estrepitosa posible, con el disco "Cut The Crap" (que viene a siginifcar, de una forma muy acertada, "Graba la mierda"), un disco del que ni los propios "Clash" (entre comillas, porque sólo quedaban 2 miembros originales) se sienten orgullosos (de hecho, ni aparece reseñado con todo lujo de detalles en su biografía, cosa que si ocurre con los demás). Las canciones de este disco pretendían acercarse a ritmos de baile, pero se quedan en patéticos intentos de mezclar punk y cajas de ritmos.

Con su segundo disco, primer largo, "Surfer Rosa", confirmaron ser los legítimos dueños de un
sonido que ellos mismos habían creado y que sabían manejar mejor que nadie. En este primer largo se incluye la canción que más famosos les haría, Where Is My Mind, pero podemos encontrar muchas más joyas en él: Bone Machine, Broken Face o Gigantic. Aparece alguna canción de su EP anterior, pero la mayoría son canciones inéditas.


Pero como ya he dicho antes, no se trata de casos aislados. Muchos grupos que han tenido una carrera más o menos larga acaban por perder la musa (algunos, que no admiten haberla perdido después de una carrera más que interminable, aún la siguen buscando). Algunos grupos han tenido la suerte de hacer pocos discos y buenos, como Sex Pistols o Nirvana (estos últimos no por suerte precisamente) y han sabido retirarse o envolverse en otros proyectos cuando no daba de más la actividad con su grupo.
Excepto, como ya he dicho, cuatro muchachos bastante privilegiados.